
Testigo del exceso
Incluye certificado de autenticidad.
$100.00
Agotado
Dedicada a quienes lo sienten todo, todo el tiempo
A primera vista, esta figura parece una flor. Pero no es flor, ni humano, ni del todo real. Es un símbolo de lo que ocurre cuando la sensibilidad se desborda. Un rostro sin pupilas que no observa, sino que absorbe. Un cuerpo amarillo —vibrante, casi enfermizo— que no florece sino que arde desde dentro. Los pétalos rojos, lejos de embellecer, parecen heridas abiertas, expansiones de un dolor que ha echado raíces.
Esta obra no representa una flor, sino la sobrecarga. El punto exacto donde el cuerpo deja de sostener lo que la mente no puede filtrar.
Los ojos vacíos hablan de la imposibilidad de enfocar, de discernir, cuando todo se siente al mismo volumen, con la misma intensidad. No hay rostro, porque ya no hay identidad clara: solo una forma que ha sido devorada por la emoción cruda y continua.
“Testigo del exceso” no busca respuestas ni consuelo. Solo expone, sin adornos, lo que implica existir sin pausas, sin límites, sin descanso.
Una obra para quienes han sentido que sentir demasiado puede ser una carga.
Esta obra maestra está enmarcada con un elegante marco de madera y vidrio, asegurando su preservación y destacando su impacto visual. Ideal para decorar cualquier espacio con un toque de arte sublime..
Técnica: Acuarela
Dimensiones: 30cm x 40cm